Vía umbilical: A través de una incisión en el ombligo, se diseña un túnel hacia la mama, se prepara el lugar donde irá la prótesis, y mediante endoscopio se introduce una que permita su llenado después de colocada. La cicatriz queda disimulada en el ombligo.
Vía transareolar: A través de una incisión que atraviesa la areola y bordea el pezón, colocación en el bolsillo mamario de prótesis de cualquier tipo. La cicatriz atraviesa la areola de lado a lado y es visible sobre su color. Bastante en desuso.
Vía axilar: Mediante una incisión axilar, con o sin una pequeña contraincisión en el surco submamario, se introduce una prótesis a través de un túnel en el bolsillo diseñado en la mama, mediante un endoscopio, como en el caso umbilical, o sin usar éste. La cicatriz queda en la axila, y con posibilidad de una pequeña cicatriz submamaria.
Vía periareolar inferior: A través de una incisión en la unión de la areola con el resto de piel mamaria, en su mitad inferior, y con o sin extensión de la incisión a la piel lateralmente en algún caso, abordaje de la glándula rodeándola o a través de su espesor y disección del bolsillo en la posición deseada, para recibir una prótesis de cualquier tipo. Deja una cicatriz bastante disimulada si el diseño operatorio es correcto.
Vía surco submamario: La incisión en este caso se realiza en el surco submamario (es el pliegue que dibuja el polo inferior de la mama sobre el tórax). Suele medir unos 5-6 cm, pero puede variar de 4-8cm según las características de la paciente y el tamaño de la prótesis. Se intenta realizar siempre lo más pequeña posible. La cicatriz quedaría en una zona central un poco desplazada hacia lateral, que es donde mejor se oculta, incluso con los brazos elevados. Posteriormente se diseña el bolsillo para la colocación del implante. Esta es mi vía de abordaje favorita para pacientes que requieran un aumento mamario simple, pero según el caso, puede estar indicada otra vía de abordaje. Por ejemplo, si una paciente va a recambiarse las prótesis previamente colocadas vía periareolar, de entrada lo más lógico es no añadir nuevas cicatrices y usar esa misma vía. Todo es variable según el caso particular del paciente. O a veces, cuando se presentan casos de mamas tuberosas, donde haya que trabajar y tallar el tejido glandular mamario y/o haya que reposicionar el surco en un lugar muy distante al nativo, puede ser más conveniente una vía periareolar.
A través de una cicatriz o incisión de mastectomía: es un caso más complejo que está relacionado con la reconstrucción mamaria, de pacientes mastectomizadas, mediante prótesis, y por su complejidad le dedicaré más tiempo en otra entrada del blog.
Una vez explicado el lugar por donde podría colocarse la prótesis, explicaré esto tan raro de la localización del bolsillo protésico. No es ni más ni menos que un espacio creado en la mama, donde instalar el implante mamario. Hay varias posibilidades, que intentaré contar de forma sencilla. La prótesis puede quedar:
-subglandular: justo por detrás de la glándula mamaria
-subfascial: entre el músculo pectoral mayor y una telita que lo recubre llamada fascia del pectoral mayor
-submuscular: justo por detrás del músculo pectoral mayor
-en plano dual: es un concepto complejo que viene a realizar distintas posibilidades de bolsillo en plano retroglandular y submuscular a la vez
-en el caso de reconstrucción mamaria todo es un poco más complejo, lo comentaremos en otra entrada.
En conclusión, siempre que se pueda, a mí me gusta la vía submamaria, en distintos bolsillos según las circunstancias especiales de cada paciente, pero la mayoría de los abordajes pueden ser la mejor opción si la indicación es la correcta y ninguno es contraindicación para la lactancia.