El concepto de belleza es relativo – Parte II

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concepto de la belleza como referente cultura | Dra. Ana Martínez Padilla

En el siglo XIX aún gustaban las mujeres rellenitas, los corsés, la blancura, como símbolo de pureza, juventud…pero a raíz de la revolución industrial y las grandes guerras, cuando las mujeres tuvieron que ir a trabajar a las fábricas, y cumplir con labores hasta entonces reservadas a los varones, el modelo de belleza cambió, y los cuerpos se hicieron más esbeltos y masculinos.

Posteriormente Coco Chanel terminó con el resto de esteoritopos previos, preconizando un modelo de belleza de mujer bronceada y delgada, nada precida a las reminiscencias de pureza blanca y entradita en carnes de Rubens o Velázquez. Preludio de los perfiles actuales.

Cuando alguien se somete a una intervención de cirugía estética, a veces te lleva fotos de las orejas que le gustan, o la nariz de un actor… Y frente a lo que muchas personas erróneamente creen, cuando operas a alguien, no persigues conseguir copiar los rasgos de otra persona, sino modificar los suyos para que puedan armonizar a la perfección con el resto de si conjunto. Y no todo el mundo requerirá una nariz pequeña o unas mamas grandes, o unos labios en concreto, porque, aunque nos basamos en muchas medidas de ángulos y proporciones, cada ser es único y diferente y así debe ser tratado.

Muchas personas consideran que perseguir un determinado aspecto físico es una esclavitud, propiciada en gran parte por la moda difundida por los medios de comunicación. Pero en la aldea global, en un mundo donde las personas con poder sobre su propia imagen tienen acceso libre a la información, la decisión de cómo debe ser la apariencia personal es fruto del deseo de la imagen que queremos dar de nosotros mismos. Prima la autonomía para decidir la forma de nuestra nariz, el tamaño de nuestras mamas o la anchura de nuestro talle. La independencia económica, que inició la revolución industrial, y la autonomía para decidir desde la juventud, se constituyen como nuevos estandartes de libertad.

Que cada cual marque sus propios hitos de belleza. Dentro de unos años, volveremos a consultar al arte como testigo de nuestros gustos.

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