Tener barriga después de un embarazo.

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Tener barriga después de un embarazo | Dra. Ana Martínez Padilla

Hace algunos años, era frecuente escuchar: tienes que comer por dos, que estás embarazada!’. Hoy día, gracias al mayor acceso a la información y a un seguimiento estrecho del embarazo, las mujeres ya no someten a sus cuerpos a esas enormes aumentos de peso, que tan difíciles de perder resultaban luego. Pero sí continúa persistiendo el efecto de la distensión abdominal ocurrida durante el embarazo.La piel del abdomen, la barriguita, se expande todo lo necesario, y no sólo la piel, sino la grasa, los músculos y el tejido de unión entre todas estas estructuras. Esto nos lleva a que muchas embarazadas acaben presentando zonas de debilidad en la pared abdominal, que pueden ser motivo incluso de aparición de hernias, como por ejemplo las umbilicales. Pero lo más frecuente al respecto es que los músculos responsables de que marquemos ‘abdominales’ cuando hacemos mucho deporte, los llamados rectos anteriores, se separen un poco, y esto contribuye a que persista un poco de barriga y se ensanche la cintura. Por otra parte, la piel a veces ya no tiene la elasticidad para volver a adaptarse al contorno corporal después de esa gran distensión, y queda flácida, con aspecto de ombligo fofo y horizontal e incluso puede quedar colgante, porque ahora es un exceso de piel. Esto puede potenciarse según el tipo de piel, la edad de las madres, cada vez mayor, y la presencia de estrías, especialmente por debajo del ombligo. Para una mujer joven, el hecho de que su cuerpo cambie tanto por ser madre, puede resultar desalentador. Hay mujeres que no vuelven a ponerse bikinis o empiezan a sentir vergüenza por mostrar sus cuerpos.

La abdominoplastia, a veces acompañada de liposucción,  puede solucionar todos estos aspectos, reposicionar el ombligo alto y pequeño, estrechar la cintura, dejar un vientre plano y eliminar el exceso de piel, y al eliminar este exceso, extirpar con él la gran mayoría de las estrías producidas. Hay diferentes técnicas según el caso y el exceso de piel sobrante, pero la mayoría dejan una cicatriz  en el mismo lugar que una por cesárea, salvo que según la técnica requerida puede ser de mayor tamaño. Queda completamente camuflada con una braguita aunque sea pequeña. Además, si hace falta, se pueden reparar las hernias que la paciente presente en la misma intervención y reforzar la pared abdominal, evitando así patologías mayores.

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