Vivimos una época de gran preocupación por la salud y la seguridad sanitaria. No es para menos, ya que desde los poderes públicos y los medios de comunicación se hace mucho hincapié en las estrictas pautas que todos debemos seguir para poder protegernos durante esta pandemia.
Sin embargo, en el ámbito de la cirugía plástica, estética y reparadora, más allá de los cambios y medidas que hemos tenido que adoptar en la consulta y en el trato con el paciente, de quirófano para adentro no hemos tenido que hacer grandes modificaciones. ¿Por qué? Porque un quirófano ya era, incluso antes de la histeria colectiva provocada por la pandemia, un entorno higienizado, descontaminado, esterilizado y totalmente seguro. Los quirófanos son los sitios donde más difícilmente te vas a contagiar de algo, incluido el coronavirus.
¿Qué riesgos tiene la cirugía plástica?
Pero sí es cierto que no todas las intervenciones quirúrgicas se pueden hacer en los mismos quirófanos. Cada especialidad necesita sus estándares y criterios específicos y, por ejemplo, una operación a corazón abierto no va a tener las mismas medidas de seguridad que una cirugía menor. Esto se decide en base a las complicaciones previstas que puedan aparecer y, en el ámbito de la cirugía plástica, estas suelen tener una incidencia muy baja, ya que trabajamos con pacientes, de entrada, sanos y los procedimientos son programados, no de urgencia.
Pero no por que la cirugía plástica sea fácil o merezca menos cuidado, no nos confundamos. Nada más lejos de la realidad. Si afortunadamente tenemos que lamentar muy pocos problemas en cirugía plástica (al menos desde mi propia experiencia) es porque los cirujanos plásticos de la sanidad privada estamos concienciados y se nos exigen unos altos estándares de calidad en cuanto a la preparación de la cirugía. Desde disponer de un material quirúrgico adecuado y unos fungibles de la máxima calidad; hasta la preparación, formación y experiencia de los profesionales sanitarios (cirujanos, enfermeros, anestesistas, etc) que intervengan en la cirugía.
Todo ello debe estar ordenado meticulosamente, trabajar de forma conjunta y sinérgica, con el objetivo de estar preparados ante cualquier complicación que pueda surgir durante la cirugía y después de la misma. Sólo así, poniendo a nuestra disposición todos los medios disponibles, se consigue garantizar la seguridad del paciente.
¿Qué puede llevar a una cirugía plástica a salir mal?
Siempre y cuando se respeten estas condiciones, la cirugía plástica, estética y reparadora tiene una tasa de complicaciones muy baja. Hasta hace pocos años, la mayoría de los problemas derivados de las intervenciones de cirugía plástica tenían no tanta relación con los cirujanos plásticos sino con la anestesia. Hoy en día, hasta esto se ha remediado, fruto de mejores conocimientos anestésicos, mejores dispositivos y una mejor formación de los anestesiólogos.
Hablando concretamente de la cirugía plástica en los tiempos de Sars-CoV-2, las complicaciones podrían aparecer si el paciente entra en quirófano contagiado, o si se contagia en el post-operatorio inmediato en cirugías de gran calibre. Para evitar esta circunstancia, realizamos la prueba PCR en el pre-operatorio más inmediato (2-3 días antes de la cirugía) y pedimos al paciente que adquiera el compromiso de extremar al máximo las medidas de distanciamiento social hasta que la primera fase de evolución se haya completado.
Hay límites que no podemos sobrepasar
Ahora bien, hay otros límites que, como cirujano plástico, no se pueden sobrepasar. Sobre todo, me estoy refiriendo a la invasividad, la profundidad de la remodelación a la que sometamos el cuerpo del/la paciente.
¿Es segura una liposucción? Probablemente, en la mayoría de los casos, sí. ¿Es segura una liposucción donde se extraigan 13 litros de grasa? Rotundamente no. Sería una práctica muy arriesgada, con posibilidad de graves consecuencias para la salud del paciente, incluidas las fatales.
¿Es seguro un aumento de pecho? Sí, siempre y cuando se cumplan las condiciones de esterilidad, los materiales sean apropiados y el cirujano esté certificado y cualificado. Una infección que se complica puede tener consecuencias muy graves. Pero afortunadamente, los cirujanos plásticos sabemos lo que hay que hacer para que, en condiciones normales y controladas, ésta no se produzca.
Entonces, ¿la cirugía plástica es realmente segura?
En definitiva: ¿es segura la cirugía plástica, estética y reparadora? Sí, siempre que se hayan minimizado los riesgos y entendido el alcance de los resultados y la posibilidad que hay de que se produzcan ciertas complicaciones, aunque no sean graves. Como cirujanos plásticos, no podemos decir que la cirugía plástica no tiene riesgos, porque esto sería mentir. Pero sí podemos garantizar que aplicamos todo lo que la evidencia científica dicta y recomienda para disminuir esos riesgos hasta que su nivel de incidencia sea inapreciables, haciendo a la cirugía plástica una práctica 100% segura.