El conocimiento de la anatomía nasal exhaustivo es esencial para la elaboración de una correcta rinoplastia.
La punta nasal es el resultado del relieve que bajo la piel suponen los cartílagos alares, la forma y tamaño del septum distal (tabique), los ángulos y relaciones entre cartílagos alares, triangulares y septal, así como el grosor y características de la propia piel y tejido subcutáneo que los recubren.
Son muchas las posibles intervenciones sobre estos elementos que pueden modificar forma, tamaño, posición y relaciones con estructuras adyacente mediante cirugía. Actualmente, la rinoplastia es frecuentemente demandada para resolver este problema, junto con la corrección de la giba dorsal ( lo que suelen llamar caballete).
Los resultados pueden llegar a ser espectaculares si se realiza una técnica correcta y la piel de cobertura tiene las características más propicias, aunque tendremos que tener paciencia para observar los resultados definitivos, ya que es una de las zonas donde mayor tiempo persistirá la inflamación después de la rinoplastia.