Una de las grandes preocupaciones que siempre puntualizan los pacientes en las consultas prequirúrgicas es el tema del dolor postoperatorio. “¿Cómo me voy a encontrar después de operarme?”. En nuestro afán, primero como médicos y después como cirujanos plásticos, estéticos y reparadores; en que los pacientes tengan un postoperatorio tranquilo, sin dolor y sin sorpresas, hemos refinado muchísimo las técnicas y procedimientos para conseguir que las cirugías sean lo menos invasivas posibles.
Es por esto que es muy habitual que en la mayoría de los procedimientos que se practican hoy en día, los pacientes presenten poco o ningún dolor postquirúrgico. Cuando un familiar, amigo, el/la enfermero/a que le practique las curas e incluso su cirujano/a le pregunta “¿Cómo te encuentras?” siempre te van a responder que “se encuentran bien”. Sin embargo, este “bien” puede esconder una contrapartida negativa y en realidad ser “peligrosamente bien”.
¿Por qué “peligrosamente bien”?
La ausencia de dolor o malestar postquirúrgico conlleva que durante los primeros dos o tres días tras la cirugía, momento en el que con anterioridad solía aparecer mucho dolor, los pacientes al “encontrarse bien” presten mucha menos atención a las recomendaciones que se le dan para el postoperatorio.
Seguir estrictamente a rajatabla las recomendaciones del cirujano durante todo el proceso postquirúrgico es crucial, pero especialmente durante los primeros días. El postoperatorio inmediato es muy importante tanto para el resultado final, como para mejorar la cicatriz y, en definitiva, para evitar todo tipo de complicaciones. Al no manifestarse dolor, el paciente piensa que no necesita seguir las recomendaciones, especialmente a nivel de presoterapia, vigilancia postural o en cuanto a los cuidados y curas.
Si los pacientes se saltan las recomendaciones ya durante estos primeros días (en los que la herida quirúrgica sigue muy sensible), conforme pasa el tiempo y vamos terminando el periodo de vigilancia principal, que se suele extender dos semanas; los pacientes ya no es que hagan pocos, si no que no hacen ninguno de los cuidados aconsejados por su cirujano.
Peligros de no seguir las recomendaciones postquirúrgicas
En ese estado de “peligrosamente bien”, los pacientes no se percatan de que aunque no sientan dolor, no deben desatender las recomendaciones y cuidados propuestos por el cirujano, ya que la ausencia de dolor no garantiza la ausencia de complicaciones.
Por ejemplo, un paciente operado de braquioplastia puede pensar “Como no me duelen, puedo mover los brazos”, o uno de abdominoplastia “Como no me duele, me quito la faja, estiro la barriga y descanso la espalda”, incluso uno de rinoplastia “Como no me duele, me rasco y me sueno la nariz”. Todos ellos están sometiendo sus heridas a tensiones y esfuerzos innecesarios que pueden afectar a los tejidos remodelados.
Estas decisiones y falta de precauciones, tomadas desde la ausencia de molestias y/o dolor, lo único que conllevan es a que se aumente muchísimo para estos pacientes el riesgo de que aparezcan complicaciones perfectamente evitables, que nunca hubieran surgido de haberse llevado al pie de la letra los cuidados postquirúrgicos adecuados.
¿Y qué pasa con las curas postquirúrgicas?
Otros pacientes, que quizá sí siguen las recomendaciones en materia postural o a nivel de presoterapia o higiene, presentan ciertas reticencias con el tema de las curas. Al tener las heridas una apariencia saludable y de nuevo sin molestias o dolor, deciden no hacerse las curas indicadas por su cirujano.
Sea porque tiene reparos o escrúpulos para aplicarselas a sí mismo/a, porque necesite la ayuda de alguien que no siempre está disponible o bien porque “prefiere que le curen en la clínica”, aunque pase mucho tiempo entre cura y cura, algo que no es nada recomendable durante los primeros días.
Es importantísimo transmitirle al paciente qué recomendaciones exactas debe seguir, cómo debe aplicarse las curas y tener siempre disponible un teléfono de urgencias, en el caso de que necesite resolver sus dudas sobre los cuidados postoperatorios.
con que frecuencia se deben hacer curaciones después de una cirugía de dorso nasal con cirugía plastica, por carcinoma de piel, con que productos y que otros cuidados aparte de no recibir sol directamente deben tenerse en cuenta.
muchas gracias por su atención, bendiciones
Hola Teresa, depende del tipo de carcinoma y de la técnica empleada. En líneas generales se aplicarán los cuidados típicos de un post operatorio de rinoplastia estética, aunque el caso tendrá particularidades que tiene que indicar el profesional encargado de la intervención. Espero haberte ayudado. Saludos.